CAPITULO 5, ESCRITO POR: RENZO
***Actuaciones especiales:
-Marcia George (chismóloga) como Marcia
-Octavi Pujades (actor catalán) como Don Octavio.
Valentin, entonces, recoge la mochila, y la guarda en un lugar seguro. En ese momento, suena el timbre. El cree que es Serena...
-Serena, te olvidaste...
Pero, al abrir la puerta, se encuentra con Geronimo. Valentin se queda impavido al verlo.
-¿Que te pasa? ¿Por que me miras de esa manera?-, pregunta Geronimo.
-Eres... eres... tan parecido a...
-¿Parecido a quien?
Valentino no puede decirle que se parece a su novio muerto.
-Nada... no pasa nada... ¿Buscas a Serena? Ella no esta.
-¡Oye! ¿Que te traes con Serena?-, pregunta Geronimo.
-Serena es solo una buena amiga...
-Pero, dime, ¿Que sientes por ella?
-Nada, por supuesto. Entre ambos solo hay amistad.
-¿Amistad? Pues, no te creo... estar con una mujer como Serena... ¡Dificil no dejarse llevar por la pasión y el deseo!
-¿Te gusta Serena?
-¿Y a quien no? ¿Acaso no sientes nada por ella?
-Solo puedo sentir amistad. Nada mas.
-¿Acaso no te dan ganas de besarla, abrazarla, darle apapachos?
-Nada... no siento nada. ¿Acaso tengo que sentir "eso" por ella? No todo en la vida es sexo...
-¿Que pasa? ¿Eres "raro" acaso?
Valentin calla. No sabe como decirle que es homosexual.
-¡Ah, ya veo! ¡Tú eres "raro"! ¡A ti, se te "chorrea el helado."!
-Hablemos claro... si, Geronimo, soy homosexual.
Geronimo esta impactado por la revelacion de Valentin.
-¿Y Serena lo sabe?-, pregunta Geronimo.
-No, ella no lo sabe.
-Pero, dime, Valentin, ¿Yo te gusto?-, dice Geronimo, con sarcasmo.
-Pues, eres un chico muy guapo... cualquiera se enamoraria de ti.
-Pero, dime, con toda confianza, ¿Te gusto?-, se acerca hacia el. Valentin esta nervioso y comienza a sudar aparatosamente.
-Si... si... claro... me gustas mucho...
Entonces, Geronimo se pone como una fiera y empuja violentamente a Valentin, lanzandolo contra el sofá.
-¡Pues, tú no me gustas, "raro"! ¡La gente como tú me da asco! ¡Anormal!
-¡Yo no soy ningun "anormal"! ¡Soy un ser humano y tengo sentimientos!
-¡Ja! ¡Qué sentimientos pueda tener un "engendro", como tú!
-¡No me insultes, por favor, respétame! ¡Y retírate de esta casa!
-Si, claro, me retiro, no sin antes darte esto que es lo que te mereces...
Entonces, Geronimo lo toma de las ropas y le da sus buenos puñetes, y al final, lo tira contra el piso. De repente, Geronimo mira la mochila de Serena.
-¿Y eso? ¿No es la mochila de Serena? ¿Qué está haciendo aquí?-, pregunta Geronimo.
-¡Lo dejó olvidado! ¡Pero, pensaba devólverselo!
-¿Devólverselo? ¡Aparte de "raro", tú eres un vil ladrón!
-¡Yo no soy ningun ladrón! ¡Y retírate de esta casa!
Entonces, Gerónimo toma la mochila de Serena y se retira, tirando la puerta... ¡Slam!
Dentro del apartamento, Valentín está, tendido en el piso, adolorido... pero, a pesar de sus desprecios, aún siente algo por él... "Oh, Gerónimo, por más que intento despreciarte, no puedo. Me gustas mucho. Yo sé que no eres consciente de tus actos, y por eso, te perdono."
Por su parte, la bella Serena camina rumbo, por las calles de la ciudad, con dirección a su cita de trabajo. Cuando de pronto, se detiene por una librería, y encuentra en las vitrinas, un libro que le dá curiosidad: "Cuando amar no es pecado, escrito por Valentín Sánchez Vilar." Y siente curiosidad por ver el libro y decide entrar al lugar pero... viene Gerónimo con su mochila.
-¡Serena! ¡Ese hombre no te conviene!-, exclama Gerónimo.
-¿De qué estás hablando? ¡Y qué hacer con mi mochila!
-¡La tenía ese tipejo!
-¿Cuál tipejo? ¿De qué estás hablando?
-Hablo de Valentín. El tenía tu mochila.
-¡Yo decido que es lo que me conviene ó no! Dime, ¿Como está Valentín?
-¡Supongo que está bien! ¡Yo le di su merecido! ¡Por ladrón y por...!
-¡Qué le has hecho! ¡Si le hiciste daño a Valentín, no respondo lo que te pueda pasar!
Ella le quita su mochila y corre rumbo al apartamento de Valentín.
Ella toca el timbre. Valentín abre la puerta, todo adolorido, con un ojo moreteado.
-¡Valentín! ¿Qué te pasó? ¿Qué te hizo Gerónimo?
-No pasó nada... Serena... ¿Y tu cita?
-Mi cita puede esperar... lo importante es saber si está bien... ¡Pobrecito! Ven, siéntate que te voy a curar.
Y se dirige al baño, revolverlo todo
-Por favor, Serena, estoy bien. Anda a tu cita de trabajo y deja de preocuparte por mí. Por favor.
-¡Esto no se va a quedar así! ¡Gerónimo me va a escuchar!
-La verdad, no hay nada de qué preocuparse. Por favor, no favor, no vayas a hacer nada de la que después, te vas a arrepentir. No vale la pena.
-Bueno... está bien.-, responde ella.
-Anda a tu cita, pero, no olvides tu mochila, esta vez.
El le entrega la mochila con delicadeza.
-Aquí tienes tu mochila, pero, cuídala... ¡No la vayas a perder!
-Está bien, "señorito perfección."
-Anda a tu cita, "señorita desastre."
Los dos intercambian miradas llena de ternura. Ella sonríe, verlo la tranquiliza, y se retira del apartamento de Valentín. El, está solo, y reflexiona: "Ay, Serena, eres una gran muchacha pero, no puedo amarte. Ojalá que algún día encuentres un hombre que te corresponda y te haga feliz."
Serena va a su cita de trabajo. Allí se encuentra con Marcia, una mujer amargada que la mira con desprecio...
-Buenas tardes, señorita... Vengo por la cita de trabajo.-, dice Serena, asustada.
-Usted es...
-Yo soy Serena Altair Márquez...
-¿"Zorraltair"? ¿Qué clase de nombre es ese?
-Mi nombre es Altair... y quiere decir "Aguila" en árabe.
-Pues, es un nombre poco común. Pero, si llega la cita de trabajo, le digo que viene 10 minutos tarde.
-Pero, es que se me presentó una emergencia de unos minutos.
-Lo siento, si usted no puede llegar a tiempo a una cita... no puedo contratarla. Lo siento.
En ese momento, viene un hombre, de unos 33 años, pelo negro, tez bronceada.
-Marcia, ¿Ya llegó la cita de trabajo?-, responde el hombre.
-Oh, Don Octavio, esta muchacha viene por el trabajo, pero...
-Pero, ¿Qué?
-Viene unos minutos tarde... y le dije que ya no podemos atenderla.
Entonces, Serena voltea...
-Disculpe, señor...
El hombre se queda impactado al ver a Serena...
CONTINUARA...
Valentin, entonces, recoge la mochila, y la guarda en un lugar seguro. En ese momento, suena el timbre. El cree que es Serena...
-Serena, te olvidaste...
Pero, al abrir la puerta, se encuentra con Geronimo. Valentin se queda impavido al verlo.
-¿Que te pasa? ¿Por que me miras de esa manera?-, pregunta Geronimo.
-Eres... eres... tan parecido a...
-¿Parecido a quien?
Valentino no puede decirle que se parece a su novio muerto.
-Nada... no pasa nada... ¿Buscas a Serena? Ella no esta.
-¡Oye! ¿Que te traes con Serena?-, pregunta Geronimo.
-Serena es solo una buena amiga...
-Pero, dime, ¿Que sientes por ella?
-Nada, por supuesto. Entre ambos solo hay amistad.
-¿Amistad? Pues, no te creo... estar con una mujer como Serena... ¡Dificil no dejarse llevar por la pasión y el deseo!
-¿Te gusta Serena?
-¿Y a quien no? ¿Acaso no sientes nada por ella?
-Solo puedo sentir amistad. Nada mas.
-¿Acaso no te dan ganas de besarla, abrazarla, darle apapachos?
-Nada... no siento nada. ¿Acaso tengo que sentir "eso" por ella? No todo en la vida es sexo...
-¿Que pasa? ¿Eres "raro" acaso?
Valentin calla. No sabe como decirle que es homosexual.
-¡Ah, ya veo! ¡Tú eres "raro"! ¡A ti, se te "chorrea el helado."!
-Hablemos claro... si, Geronimo, soy homosexual.
Geronimo esta impactado por la revelacion de Valentin.
-¿Y Serena lo sabe?-, pregunta Geronimo.
-No, ella no lo sabe.
-Pero, dime, Valentin, ¿Yo te gusto?-, dice Geronimo, con sarcasmo.
-Pues, eres un chico muy guapo... cualquiera se enamoraria de ti.
-Pero, dime, con toda confianza, ¿Te gusto?-, se acerca hacia el. Valentin esta nervioso y comienza a sudar aparatosamente.
-Si... si... claro... me gustas mucho...
Entonces, Geronimo se pone como una fiera y empuja violentamente a Valentin, lanzandolo contra el sofá.
-¡Pues, tú no me gustas, "raro"! ¡La gente como tú me da asco! ¡Anormal!
-¡Yo no soy ningun "anormal"! ¡Soy un ser humano y tengo sentimientos!
-¡Ja! ¡Qué sentimientos pueda tener un "engendro", como tú!
-¡No me insultes, por favor, respétame! ¡Y retírate de esta casa!
-Si, claro, me retiro, no sin antes darte esto que es lo que te mereces...
Entonces, Geronimo lo toma de las ropas y le da sus buenos puñetes, y al final, lo tira contra el piso. De repente, Geronimo mira la mochila de Serena.
-¿Y eso? ¿No es la mochila de Serena? ¿Qué está haciendo aquí?-, pregunta Geronimo.
-¡Lo dejó olvidado! ¡Pero, pensaba devólverselo!
-¿Devólverselo? ¡Aparte de "raro", tú eres un vil ladrón!
-¡Yo no soy ningun ladrón! ¡Y retírate de esta casa!
Entonces, Gerónimo toma la mochila de Serena y se retira, tirando la puerta... ¡Slam!
Dentro del apartamento, Valentín está, tendido en el piso, adolorido... pero, a pesar de sus desprecios, aún siente algo por él... "Oh, Gerónimo, por más que intento despreciarte, no puedo. Me gustas mucho. Yo sé que no eres consciente de tus actos, y por eso, te perdono."
Por su parte, la bella Serena camina rumbo, por las calles de la ciudad, con dirección a su cita de trabajo. Cuando de pronto, se detiene por una librería, y encuentra en las vitrinas, un libro que le dá curiosidad: "Cuando amar no es pecado, escrito por Valentín Sánchez Vilar." Y siente curiosidad por ver el libro y decide entrar al lugar pero... viene Gerónimo con su mochila.
-¡Serena! ¡Ese hombre no te conviene!-, exclama Gerónimo.
-¿De qué estás hablando? ¡Y qué hacer con mi mochila!
-¡La tenía ese tipejo!
-¿Cuál tipejo? ¿De qué estás hablando?
-Hablo de Valentín. El tenía tu mochila.
-¡Yo decido que es lo que me conviene ó no! Dime, ¿Como está Valentín?
-¡Supongo que está bien! ¡Yo le di su merecido! ¡Por ladrón y por...!
-¡Qué le has hecho! ¡Si le hiciste daño a Valentín, no respondo lo que te pueda pasar!
Ella le quita su mochila y corre rumbo al apartamento de Valentín.
Ella toca el timbre. Valentín abre la puerta, todo adolorido, con un ojo moreteado.
-¡Valentín! ¿Qué te pasó? ¿Qué te hizo Gerónimo?
-No pasó nada... Serena... ¿Y tu cita?
-Mi cita puede esperar... lo importante es saber si está bien... ¡Pobrecito! Ven, siéntate que te voy a curar.
Y se dirige al baño, revolverlo todo
-Por favor, Serena, estoy bien. Anda a tu cita de trabajo y deja de preocuparte por mí. Por favor.
-¡Esto no se va a quedar así! ¡Gerónimo me va a escuchar!
-La verdad, no hay nada de qué preocuparse. Por favor, no favor, no vayas a hacer nada de la que después, te vas a arrepentir. No vale la pena.
-Bueno... está bien.-, responde ella.
-Anda a tu cita, pero, no olvides tu mochila, esta vez.
El le entrega la mochila con delicadeza.
-Aquí tienes tu mochila, pero, cuídala... ¡No la vayas a perder!
-Está bien, "señorito perfección."
-Anda a tu cita, "señorita desastre."
Los dos intercambian miradas llena de ternura. Ella sonríe, verlo la tranquiliza, y se retira del apartamento de Valentín. El, está solo, y reflexiona: "Ay, Serena, eres una gran muchacha pero, no puedo amarte. Ojalá que algún día encuentres un hombre que te corresponda y te haga feliz."
Serena va a su cita de trabajo. Allí se encuentra con Marcia, una mujer amargada que la mira con desprecio...
-Buenas tardes, señorita... Vengo por la cita de trabajo.-, dice Serena, asustada.
-Usted es...
-Yo soy Serena Altair Márquez...
-¿"Zorraltair"? ¿Qué clase de nombre es ese?
-Mi nombre es Altair... y quiere decir "Aguila" en árabe.
-Pues, es un nombre poco común. Pero, si llega la cita de trabajo, le digo que viene 10 minutos tarde.
-Pero, es que se me presentó una emergencia de unos minutos.
-Lo siento, si usted no puede llegar a tiempo a una cita... no puedo contratarla. Lo siento.
En ese momento, viene un hombre, de unos 33 años, pelo negro, tez bronceada.
-Marcia, ¿Ya llegó la cita de trabajo?-, responde el hombre.
-Oh, Don Octavio, esta muchacha viene por el trabajo, pero...
-Pero, ¿Qué?
-Viene unos minutos tarde... y le dije que ya no podemos atenderla.
Entonces, Serena voltea...
-Disculpe, señor...
El hombre se queda impactado al ver a Serena...
CONTINUARA...
¡¡me encantan valentino y geronimo¡ gero celoso de la relacion entre valen y sere y valen que le gusta gero. me gusta como habla gero, como se burla de valentino, es tan guapo que se le perdona todo.
ReplyDeletesi, a veces pienso que se me pasa la mano con la actitud de Gerónimo, pero, creo que Nefer y Deianne hicieron un buen trabajo por intentar de humanizarlo.
ReplyDeleteSaludos,
Renzo